Páginas

sábado, 12 de marzo de 2011

Cómo canalizar positivamente la política en la empresa y las organizaciones

Todos sabemos que la política existe porque o bien nos gusta, o nos molesta o nos resulta indiferente pero vemos a otras personas que sí les interesa y mucho. Sabemos que existen políticos que se dedican con mayor o menor dedicación a ejercer una labor en las instituciones y que lo hacen mejor o peor. También sabemos que cada cierto tiempo hay que votar para que sigan gobernando los mismos o para que gobiernen otros, y que esos gobiernos toman decisiones que unas veces nos benefician y otras nos perjudican. Además existen los telediarios, los informativos de radio y los periódicos que nos ofrecen todos los días titulares y noticias; todos nosotros estamos al corriente de las principales noticias de política, aunque sea sólo un poco. 

Ahora bien, de lo que muy pocos se dan cuenta es que, aparte de ser algo que está ahí, de ser un ámbito de la vida como puede ser el arte, la música o el deporte, la política es como un manto de niebla que lo envuelve todo y que afecta a casi todos -o sin el casi- los aspectos de nuestra vida, muy especialmente los que tienen que ver con nuestra relación con los demás. Negar la importancia de la política supone abrir un portón para que esta se convierta en un problema grande de nuestra vida y si la política tiene una cualidad que nadie duda en reconocerle, esa es su capacidad para generar problemas.
Secuencia de la película In the loop
La subida del precio de la gasolina, los recortes de salario, el paro, despidos masivos... Son problemas que tienen gran parte de su origen en la política y son problemas capaces de amargarnos la vida a más de uno cuando nos afectan de cerca. Cuando empeora la confianza en los gobiernos, las bolsas bajan. Si un lunes por la tarde te enteras de que van a despedir a tu hermana de su trabajo debido a una medida aprobada por el gobierno, es imposible que el martes por la mañana puedas ir al trabajo de buen humor

Pues bien, cuando uno trabaja en una empresa o forma parte de una organización tiene que saber canalizar sus opiniones e ideas políticas para que estas en lugar de significar una fuente de conflictos con los demás puedan convertirse en puentes hacia nuestros compañeros. Lo que nos interesa es que el intercambio de opiniones fortalezca los lazos de convivencia y enriquezca la cultura de nuestra empresa u organizaciónAlgunos consejos para conseguir canalizar de manera positiva la política en la empresa y las organizaciones son:

1. No permitir ideologías extremas en nuestra empresa u organización. Bajo ningún concepto se puede aceptar la justificación de la violencia, el racismo, la xenofobia, la homofobia o actitudes semejantes. Estas formas de pensamiento se basan en una lógica amigo-enemigo que, además de no ser nada buena para la convivencia, atenta contra los pilares básicos de la cohesión social y los principios del sistema democrático. Personas que piensen así deben ser desechadas de cualquier puesto de trabajo hasta ser rehabilitadas psicológica y socialmente.

2. Poner en práctica grandes dosis de tolerancia. Siempre nos vamos a encontrar con personas que piensen distinto a nosotros y cuyo estilo de vida sea contrario al nuestro. Sin embargo, hay que aceptar que cada uno es libre de tener su propio pensamiento y que todos podemos hacer con nuestra vida lo que queremos mientras no hagamos daño a los demás. Poner en práctica la tolerancia significa no molestarse con el otro porque sea distinto a mí y no tener en cuenta esas diferencias a la hora de trabajar juntos.

3. Más allá de la tolerancia está el respeto. Cuando una persona ha aprendido a ser tolerante se quita de encima muchos prejuicios que antes no le dejaban ver cosas positivas de sus compañeros. A partir de ese momento es cuando se pueden construir relaciones de respeto. Respetar y sentirse respetado es reconfortante y nos hace sentir valorados. Es más respetable, en mi opinión, una persona de fuertes convicciones aunque sean contrarias a las mías que una sin ningún tipo de convicciones ni valores.

4. Habilitar momentos y espacios para hablar de política. Los momentos adecuados para hablar de política pueden ser al llegar, al irse, durante el café, al compartir un viaje... Y siempre en un espacio en el que puedas estar relajado ante la persona con la que hablas y puedas mantener un contacto visual directo con ella, no cada uno pegando voces desde su mesa.

5. No hablar nunca como si se tuviera la razón absoluta, pues nadie la tiene y mucho menos cuando el tema tiene que ver con política. Si damos las cosas por sentado y no dejamos opción a otros a que cambien mínimamente nuestra forma de ver las cosas, es más que probable que los demás pierdan pronto el interés por hablar con nosotros. Además, podemos estar seguros de que la opinión con la que se quedarán sobre nosotros no será buena.

6. Tener en cuenta que la política distrae muy fácilmente del trabajo y, aunque a veces necesitemos expresarnos, no podemos convertir nuestro lugar de trabajo en el plató de una tertulia.

7. Crear ocasiones fuera del horario laboral para discutir más largo y tendido de cuestiones políticas y sociales, además de otros temas de tipo personal y familiar, como cenas, cocktails, minitorneos deportivos, salir de cañas... No hace falta ser uña y carne con los compañeros del trabajo, ni con los jefes, pero de vez en cuando un rato juntos "por gusto" no hace mal a nadie.

8. Aprovechar las redes sociales como Facebook o Twitter para intercambiar opiniones, eso sí, fuera del horario laboral. Si canalizamos la política de manera intencionada en el trabajo es para ser más productivos, no para perder el tiempo y trabajar menos.

9. Buscar puntos de encuentro entre opiniones. Siempre los hay si sabemos escuchar a los otros por muy alejadas que estén nuestras posiciones de partida. A veces, sin embargo, se hará necesaria la intervención de un tercero que juegue el papel de diplomático o conciliador para poner fin a las discusiones.

10. Aplicar sentido del humor, es un gran indicador de inteligencia. Comportarse como hooligan de un partido no ayuda a nadie a la larga a ser respetado ni a caer bien, ni siquiera entre sus propios correligionarios. La gente con buen humor que sabe que las personas están por encima de cualquier cuestión política son las que más lejos llegan en la vida.

Si conseguimos poner en práctica estas técnicas es posible hablar abiertamente de cualquier tema, sin necesidad de ocultar nuestras opiniones y sin dejarlas bullir de manera latente pudiendo estallar en cualquier momento de forma poco cordial, después de haber visto cómo se organizaban corrillos y de haber oído muchos murmullos. Siguiendo los anteriores consejos, nos encontraremos más a gusto en nuestro lugar de trabajo y más libres de ser nosotros mismos, concediéndoles a los demás la misma oportunidad de sentirse igual de bien.

8 comentarios:

  1. Los consejos son de sentido común, están bien desarrollados. Creo que el consejo número 8 es el que debería de explotarse más de aquí en adelante.
    En un futuro poder votar a través de redes sociales o un sistema similar sería para mí el futuro. Si se consiguiese un sistema fiable para votar a traves de Internet. Consiguiriamos que pudiera votar todo el mundo de una forma más eficaz y además dado que se haría a un coste casi despreciable se podrían votar no solo a los partidos políticos sino tambien las decisiones que toman estos posteriormente.

    De este modo estaríamos evitando que los partidos hagan lo que se les antoje con su mandato de 4 años y evitaríamos que tomen decisiones que a veces no son acordes con el signo de su partido o son antipopulares.

    La única desventaja sería que desfavorecería a las minorías, pero no sería para votar todas las decisiones del Gobierno sino algunas que habría que estudiar cuales.

    ¿Qué opinas Ramón?

    ResponderEliminar
  2. Hola, gracias por tu comentario. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación nos están permitiendo ejercer un mayor control sobre los gobernantes, aunque la cantidad de propaganda que recibimos de parte de ellos también es mayor. Algún ayuntamiento como el de Jun (http://www.ayuntamientojun.org/) se ha tomado lo del cibergobierno en serio. Aún así, todavía queda un largo camino por recorrer para conseguir que las innovaciones tecnológicas mejoren de manera ***efectiva*** nuestra democracia. Por otra parte, es muy poca la población que sigue con interés los asuntos políticos por lo que es bastante probable que si se aplicase esto a gran escala ahora mismo las decisiones las tomasen una minoría más activa que la mayoría. En cualquier caso, sí, nos encontraremos ante avances importantes si las cosas se van haciendo bien. Pero no sólo tienen que avanzar las tecnologías, las personas también...

    ResponderEliminar
  3. Hola, Ramon. Muy de acuerdo contigo, especialmente con los consejos 3, 5 y 9. Lo mas importante cuando se habla de varios temas, sean politicos o de otra naturaleza, es que cada uno exprese su opinion y sepa tambien escuchar y aceptar las de sus companeros. Eso porque la verdad absoluta no existe, debido al hecho de que cada persona tiene su propria personalidad y vision de la vida.
    En lo que se refiere a las redes sociales, aunque su importancia se ha amplificado exponencialmente en los ultimos anos, hay que tener en cuenta de que todavia hay mucha gente que o no tiene acceso al Internet o rechaza esta manera de socializacion. Asi que en este aspecto todavia hay que mejorar. Hay que esperar que la gente se vuelva mas abierta a lo nuevo. Solo asi vamos a evolucionar como seres humanos(sociedad).

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por tu comentario, Daniela. Coincido con lo que dices. Aunque no se pueda generalizar el cibergobierno a todo un país y esperar un éxito rotundo, también es cierto que se puede y se debe empezar a experimentar con ello en niveles menores de población y situaciones específicas. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Pues pienso que en España lo que hay es una manera de hacerse hueco en la empresa es llevando totalmente en contra el punto número 1.

    Lo mejor es meterse con moros o gitanos, y que el otro te siga y ahí es donde nace un vínculo de querer hacer un bien, en contra de una opción de vida contra occidente.

    Luis I. Garcia.

    Politólogo y tambien Licenciado en Estudios Internacionales. Con amplia experiencia en mis dos carreras, doy Asesorias a Instituciones publicas y privadas. Tambien imparto clases a jovenes que necesiten asesoria en materia relacionadas com: Comercio Internacional, Ciencias Politicas, Historia, Geografia, Legislacion Internacional, entre otros.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Hola, Luis. Siempre encontraremos diferencias importantes entre el "ser" y el "deber ser" de las cosas. No creo que España suponga un escenario distinto a la mayoría de países europeos en cuanto a niveles de racismo o xenofobia. Desgraciadamente, aún hay y seguirá habiendo situaciones del tipo que comentas en algunas empresas españolas aunque la sociedad mediante su propio avance puede hacer que cada vez se den con menos frecuencia.

    El cumplimiento del punto 1 es muy importante y para ello es necesario que el director de la empresa u organización marque una línea muy clara en cuanto a la exclusión de la intolerancia en la empresa/organización.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. En un futuro poder votar a través de redes sociales o un sistema similar sería para mí el futuro. Si se consiguiese un sistema fiable para votar a traves de Internet. Consiguiriamos que pudiera votar todo el mundo de una forma más eficaz y además dado que se haría a un coste casi despreciable se podrían votar no solo a los partidos políticos sino tambien las decisiones que toman estos posteriormente.
    Read more at thanh lap doanh nghiep

    ResponderEliminar